Robótica en la fruticultura chilena: La realidad superó a la ficción

La ficción está superando a la realidad y eso se puede observar en la agricultura chilena. Un equipo de investigadores de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile (PUC), están desarrollando un innovador robot para ejecutar tareas agrícolas de manera autónoma. ¿El objetivo? Apoyar el trabajo de los agricultores nacionales.

Fuente: Portalfruticola.com

La universidad explicó que el proyecto tiene como objetivo ofrecer un sistema robótico capaz de ejecutar labores repetitivas y demandantes, como la poda, el desmalezado, el raleo, la aplicación de fertilizantes y la cosecha de frutas delicadas como cerezas, arándanos y nectarines.

El equipo de investigadores de Ingeniería de la Universidad Católica, liderados por el profesor Miguel Torres, explicó que “estas tareas requieren precisión y constancia»

«La idea es tener una herramienta tecnológica que pueda asistir a los trabajadores en labores que requieren dichas destrezas, contribuyendo a la eficiencia del sector», dijo.

Yordi Norero Martínez, académico de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la PUC comentó a Portalfruticola.com sobre el actual uso de la robótica en la agricultura chilena.

Explicó que es un rubro donde la robótica viene, fundamentalmente, a apoyar al productor. “Estamos conscientes de la falta de mano de mano de obra en el campo y en algunos casos es poco calificada, por lo tanto, los robots tienden a complementar este tipo de necesidades”, señaló.

Agregó que “la robótica dejo de ser ciencia ficción, ya que en Chile están bastante masificados; un ejemplo son los drones pulverizadores que son robots aéreos”. Especificó que la utilización de robots en la agricultura “no es nada nuevo”.

Dijo que desde hace años la robótica ha sido parte de la agricultura, algo que ejemplificó el caso de Agrobot, un robot que cosecha frutillas. «Es un desarrollo español que ha sido muy exitoso sobre todo en California”, puntualizó.

En Chile también hay iniciativas pioneras, como es el caso de Unifruti, “donde se hicieron ciertas pruebas con un empresa israelí con un piloto de un robot que cosecho con éxito manzanas”.

Norero detalló que es un robot muy curioso, porque tiene una base móvil, pero están conectados varios drones que tienen un sistema de aspiración, “los cuales van succionando la fruta, porque la idea es precisamente ir tratando la fruta con bastante delicadeza”.

Robótica en la fruticultura chilena: La realidad superó a la ficción

Colaboración de la mano de la robótica

El docente explicó que la robótica, puntualmente en las labores agrícolas, se encuentra vinculada a tres de los requerimientos clásicos en los procesos de automatización que son: labores sucias, aburridas o peligrosas.

“La agricultura es un rubro donde la robótica viene fundamentalmente a apoyar muchísimo al productor”.

Desde la mirada de Norero , todavía falta mucho por desarrollar, como las máquinas que está creando la escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, “que buscan cosechar aquellas frutas que tienen que ser manipuladas con mucha delicadeza y eso supone un desafío importante”.

Desde ese ángulo, puntualizó que “todavía falta por mejorar, sobre todo en el tema operacional”.

Pese a que la tecnología se encuentra en desarrollo, a juicio del docente “lamentablemente del punto de vista de su capacidad operacional puede ser limitado, es decir, de alguna forma es necesario un ejército de robots que te permitan con celeridad hacer la cosecha”.

Añadió que “ahí viene el desafío que todavía está y estos equipos todavía tienen una inversión importante en un inicio”.

Consultado sobre el aporte en la vida postcosecha, señaló que es un «punto al debe», ya que la industria requiere un robot que coseche con delicadeza.

En esa misma línea, comentó que existen robots llamados co-bots, que “son robots colaborativos, que están diseñados para complementar la mano de obra. No busca reemplazar todavía al ser humano, pero facilitan y hacen más eficiente la labor”.

Acotó que la tecnología actualmente puede ser utilizada por cualquier persona, con un curso muy básico de capacitación. Se puede hacer la programación de forma muy simple, tiene una interfaz gráfica muy lúdica y se pueden programar los equipos.

Dada la utilización de los robots, Norero comentó que, el tener más competencia y más fabricantes de este tipo de equipos, “va a hacer que la tecnología esté más al alcance del productor. Por lo tanto, lo veremos con mayor frecuencia en el campo chileno”.

Si se realiza la masificación de la tecnología, el docente añadió un aspecto relevante, vinculado a que los productores chilenos tienden a ser muy escépticos, “sobre todo son muy adversos al cambio, porque el agricultor siempre quiere probar las cosas antes de implementarlas”.

Finalmente, el docente agregó que existe el mito que la robótica va a generar mucha cesantía en el sector, “pero el problema que tenemos actualmente es que falta mano de obra y las labores que van a ir siendo reemplazadas son precisamente las menos calificadas y más adversas.».

«En definitiva, es una solución hoy día para poder reemplazar estas labores agrícolas”.