Nueva legislación francesa sobre uso de etiquetas y envases plásticos en frutas y verduras podría afectar exportaciones

A partir del 1 de enero de 2022, Francia prohibirá el uso de etiquetas o stickers sobre las unidades de frutas y hortalizas, que se utilizan principalmente para indicar la marca comercial, a no ser que dichas etiquetas se hayan fabricado con material compostable o papel. Asimismo, también entraría en vigencia la prohibición de la venta de frutas y hortalizas sin procesar (frescas) envasadas en plástico. Todo ello en virtud de la ley francesa de antidesperdicio y por una economía circular que se publicó el pasado 11 de febrero de 2020 en el diario oficial francés.

Fuente: Simfruit

La medida busca reducir el consumo de plásticos, aunque no será de aplicación para volúmenes de productos superiores a 1,5 kg, ni a aquellas frutas y hortalizas cuya venta a granel suponga un riesgo de deterioro del producto. La lista de estos productos deberá ser establecida mediante un decreto, cuya publicación se espera en torno al verano de 2020.

Desde el sector francés consideran que, si bien es cierto que existen embalajes de plástico que pueden ser prescindibles, existen otros que juegan un claro papel en la conservación del producto o en la presentación de productos de mayor calidad, que son apreciados por el consumidor.

Esta prohibición afectará no solo a los productores franceses, sino a todas las empresas que quieran comercializar frutas y hortalizas en Francia, como es el caso de Estados Unidos, cuyo Departamento de Agricultura (USDA) ya ha hecho sentir su voz de alarma.

Según información del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), dicha prohibición francesa afectaría la venta de frutas y verduras con etiquetas de identificación como: las batatas (sweet potatoes) estadounidenses (alrededor de USD$ 20 millones en ventas anuales) y pomelos (USD$ 8 millones anuales.)

“Si Francia implementa el artículo 80, según lo programado el 1 de enero de 2022, los exportadores estadounidenses solo podrán enviar pomelos sin etiquetas, lo que crea dificultades logísticas y de marketing, según el informe, ya que, los productos enviados a otro país de la Unión Europea, como Holanda o Bélgica, con etiquetas adheridas no pueden ser redirigidos a Francia”, agregó la entidad.

En general, según USDA, esta regla podría limitar severamente el volumen de pomelos exportados a Francia en 2022, así como afectar las batatas vendidas con etiquetas.

“La mayoría de los pomelos y algunas batatas de EEUU se envían al extranjero con etiquetas o stickers con fines de trazabilidad y marketing”, recalcó USDA.

Por su parte, Ed Treacy, vicepresidente de cadena de suministro y sostenibilidad de Produce Marketing Association, dijo que el problema es crítico para los exportadores estadounidenses.

“El 29 de mayo de 2021, enviamos una carta al gobierno francés en nombre de PMA e IFPS explicando que su regulación sería perjudicial para el comercio y disminuiría el consumo general de frutas y verduras en Francia”, señaló Treacy , agregando que como PMA también están comprometidos con dialogar con el gobierno francés a fin que modifique la regulación debido a las implicaciones comerciales.

Treacy agregó que el problema es el requisito de compostaje en el hogar para las etiquetas adhesivas.

“Si bien actualmente se encuentran disponibles algunas etiquetas compostables para el hogar, sólo son apropiadas para un número limitado de artículos, ya que el adhesivo no es suficiente para la cantidad de productos agrícolas”, añadió. “Muchas empresas de etiquetas están trabajando actualmente en el desarrollo de una etiqueta que sea compostable en casa y que sea apropiada para todas las frutas y verduras”, precisó el representante de PMA, quien además indicó que, actualmente están trabajando para identificar fuentes de financiamiento e investigadores que puedan contribuir de manera significativa al desarrollo de la combinación de sustrato, tinta y adhesivo que sean compostables en el hogar”.

“Estamos seguros de que eventualmente desarrollaremos una etiqueta PLU compostable para el hogar completamente funcional, pero faltan entre 3 y 5 años para que esté completamente lista”.

Uso de plásticos también prohibido

La nueva normativa francesa también prohibe el uso de envases de plástico en frutas y verdura y si bien la mayoría de las frutas y verduras se venden a granel en Francia, el informe dice que los envases de plástico todavía se utilizan ampliamente para la comercialización de frutas y verduras frágiles como frutillas y otras berries, carozos, tomates cherry, algunas ensaladas y verduras cortadas.

El objetivo principal de este tipo de envases es reducir el deterioro y el desperdicio en el punto de venta, según el informe. Aunque en septiembre de 2020, el Consejo Nacional de Alimentos de Francia publicó un informe en el que se enumeran los productos exentos.(VÉALO AQUÍ https://cna-alimentation.fr/wp-content/uploads/2020/10/CNA_Avis86_intermediaire_Emballages-FL.pdf)

Sobre la base de ese informe, el gobierno francés propuso un decreto que enumera las frutas y hortalizas exentas, así como el plazo de la exención. De interés para los exportadores los arándanos azules y los arándanos rojos estarían exentos de la prohibición de los envases de plástico hasta el 31 de diciembre de 2024.

Debido a que la restricción sobre los envases de plástico podría obstaculizar el libre flujo comercial entre Francia y otros Estados miembros de la UE, Francia notificó el decreto propuesto a la Comisión bajo el sistema TRIS, según el informe del USDA.

Tanto la Comisión como España hicieron comentarios, así como numerosas organizaciones y países extranjeros, incluido EEUU. Debido a los comentarios de la Comisión y España, el período para comentarios se ha extendido hasta el 13 de septiembre de este año. (aquí https://ec.europa.eu/growth/tools-databases/tris/en/search/?trisaction=search.detail&year=2021&num=149)

Finalmente, USDA indica que Francia podría ignorar los comentarios y enfrentarse a posibles litigios debido a su infracción en el mercado común de la UE o modificar su decreto propuesto para abordar las preocupaciones.