La obtención de arándanos está en continua mejora

El desarrollo de variedades de arándanos avanza en el sector a pasos agigantados, pero hay un tremendo margen de mejora, según Michael Dossett, científico investigador de BC Berry Cultivar Development Inc. El experto habló recientemente en la feria virtual del U.S. Highbush Blueberry Council sobre las novedades en la genética de los arándanos. «Todas las variedades que se plantan actualmente tienen algún tipo de defecto. La obtención es una lotería», dice. «Presentamos variedades mejoradas y esperamos que los productores sean capaces de producirlas correctamente. Pero siempre hay margen para la mejora y va a seguir siendo así».

Fuente: FreshPlaza

A continuación presentamos algunas de las tendencias que Dossett observa en el desarrollo del sector de las berries hoy en día.

Enfoque en la calidad: el atributo más importante en cuanto a las cualidades es la firmeza y el tamaño. «Es bueno ver que el sabor se enfatiza cada vez más. En el futuro, a medida que haya más productos en el mercado para que la gente elija, la situación va a cambiar y vamos a comer variedades cada vez más sabrosas para mantener los mercados de nuestra fruta», explica Dossett.

Ingresos de los productores: el desarrollo también está condicionando en gran medida los ingresos del agricultor en los programas de mejoramiento. «Ya se trate de rendimientos, prevención de enfermedades o ahorro de mano de obra a través de la cosecha con máquinas, o tal vez en cómo hacer que la poda sea más barata, todos son aspectos en los que los mejoradores están trabajando», explica Dossett.

Competitividad: «El panorama de la obtención es extremadamente competitivo en este momento y lo será aún más. Los productores van a tener muchas opciones», continúa Dossett. «A medida que el mercado de la fruta se vaya llenando, la genética va a ser clave para los productores y envasadores que buscan diferenciar su fruta y obtener el máximo valor de su producto para poder seguir siendo viables como finca». Añade que las variedades diferentes y sobresalientes darán a los productores la oportunidad de desarrollar mercados, pero solo si sus prácticas de producción pueden aprovechar el potencial genético que están adquiriendo.

Desarrollo de las licencias: los acuerdos de licencia y comercialización reflejarán los aspectos anteriores en el futuro. «Las opciones de licencia serán más complejas y probablemente más caras. La obtención no es barata», agrega Dossett, señalando que todos los programas de obtención serios producen miles, si no  más de 10.000 plantas anualmente. El tiempo y los recursos involucrados en la recopilación de información, la detección de factores, la identificación de marcadores para los rasgos en los que hay que centrarse, todo ello está involucrado en el progreso. «Eso viene incluido en el coste», añade.

Foto: U.S. Highbush Blueberry Council 

Cuidado con las magulladuras: con el sector centrado en la firmeza en cuanto a la obtención de berries, con el fin de desarrollar una fruta adecuada para la cosecha mecánica, las magulladuras deben ser tenidas en cuenta. «Las berries son firmes, incluso crujientes, pero también son muy susceptibles a presentar marcas», dice Dossett, y comenta que también hay que tener en cuenta el tamaño óptimo. «Siempre hay berries gigantes en el mercado, a muchos mercados les gustan. Pero la fuerza con la que la berry golpea la bandeja o la línea de envasado puede ser un problema debido al tamaño».

Maduración: «¿cuándo madura una fruta azul?», pregunta Dossett. Con el desarrollo de berries cada vez más firmes, uno de los aspectos a tener en cuenta es que se vuelven azules antes de estar completamente maduras. Entonces, ¿cómo evaluar su madurez? «Los productores quieren ser eficientes y cosechar el menor número de veces posible. Si dejas la fruta colgando, puede ponerse azul durante dos semanas junto a la fruta que ha estado azul durante dos días y la calidad de esas berries diferirá drásticamente». También hay que centrarse en las frutas que se ponen azules y maduran de manera uniforme.

Para concluir, Dossett tiene unas palabras para los productores que consideren reemplazar las variedades antiguas con nuevas opciones. «Cada finca es diferente, así que hay que dedicar espacio para plantar y probar el nuevo material», expresa. «Hay que consultar a los viveros cada año o cada pocos años para probar las plantas y ver si funcionarán o no en la finca. Los productores deben evaluar el nuevo material a medida que sale».