EEUU, Chile, Australia y Sudáfrica sufren las consecuencias de esta ola de amenazas de paros e interrupciones portuarias.
Fuente: Simfruit
Los conflictos laborales en los principales puertos del mundo siguen extendiéndose, aumentando los retrasos y perturbando las cadenas de suministro internacionales, alimentados por la creciente crisis del costo de la vida. Aunque la atención se ha centrado en los conflictos europeos y norteamericanos, la ola de huelgas portuarias se ha extendido al hemisferio sur, en particular a Chile, Australia y Sudáfrica.
De acuerdo con Drewry, el aumento de la inflación incrementa la probabilidad de que se produzcan huelgas en otros mercados, a medida que los trabajadores portuarios presionan para que se aumenten los salarios para hacer frente al creciente costo de la vida.
La escalada de los conflictos laborales supone una prolongada interrupción de la cadena de suministro y una inminente presión sobre los márgenes de los operadores de terminales ante el rápido aumento de los costos salariales.
La incertidumbre ante una posible huelga en los puertos de la costa oeste de EE.UU. (USWC) ha hecho que estos puedan perder de forma permanente hasta un 10% de la carga marítima que se ha desviado a la costa del Atlántico y aunque la Costa Oeste ofrece “ventajas naturales”, es probable que una parte de su carga perdida durante la pandemia sea un cambio estructural duradero en medio de las actuales negociaciones sobre los contratos de los estibadores.
El impacto- aunque todavía es calificado como pasajero- se ha sentido fuerte en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, que juntos manejan casi el 40% del comercio en contenedores del país con Asia, al observar una caída de los volúmenes en octubre al nivel más bajo desde 2020.
Lo anterior ha ayudado al puerto de Nueva York y Nueva Jersey a mantener el título como la puerta de entrada comercial más transitada del país durante tres meses consecutivos. Ante esto Gene Seroka, director ejecutivo del puerto de Los Ángeles, quiere recuperar el negocio perdido y dijo el mes pasado que “tenemos que hacer todo lo posible para recuperar lo que se ha movido y seguir aumentando nuestra cuota”, reportó Bloomberg.
Según apunta Drewry, además del acuerdo no resuelto de los estibadores de la USWC, una inminente huelga nacional de ferrocarriles podría provocar más trastornos en los puertos norteamericanos.
En Chile, DP World San Antonio reportaba al 21 de noviembre la cancelación de hasta siete recaladas como consecuencia de un paro legal que afecta a sus instalaciones. Informaba a la vez que el número podría ampliarse en la medida que se prolongue la huelga y que los clientes tengan dudas del cumplimiento de los compromisos futuros, lo que además pone en riesgo otros nuevos arribos, situación que se da en un contexto de recesión económica que está impactando la actividad portuaria global.
En tanto, en Australia, Svitzer, filial de Maersk y mayor operador de remolcadores de Australia, advirtió un cierre patronal de unos 600 trabajadores a partir del 18 de noviembre. No obstante, la Comisión de Trabajo Justo de Australia bloqueó a última hora esos planes, evitando la ruina de la temporada navideña, pero dejando aún latente el posible daño que pueda ocasionar el conflicto considerando que Svitzer presta servicio en 17 de los principales puertos de Australia.
Según reporta Drewry, en Sudáfrica se acordó un acuerdo salarial de tres años tras un paro portuario de dos semanas que redujo la manipulación de contenedores en los puertos en un 59% en octubre de 2022, lastrando la economía del país. La Asociación Sudafricana de Freight Forwarders (SAAFF) evaluó que los cierres de los puertos estaban bloqueando más de US$500 millones de comercio cada día.
La huelga, que comenzó el 6 de octubre de 2022, terminó finalmente después de casi dos semanas cuando el Sindicato Nacional Unido de Transporte (UNTU), que representa a la mayoría de los trabajadores del operador portuario y ferroviario estatal Transnet, firmó un acuerdo salarial de tres años que proporciona un aumento salarial del 6% junto con mayores prestaciones médicas y de vivienda.