Por tercera vez desde 2018, las heladas han causado enormes daños en los cultivos de arándanos en Francia, con afectaciones en la producción de este año de hasta un 80% para algunos profesionales del sector.
Fuente: Fresh Plaza
Ante el cambio climático, que tiene consecuencias económicas cada vez más importantes, las compañías de seguros ya no quieren asumir el riesgo de asegurar los cultivos: «Este es un problema real en estos momentos. La semana pasada, nuestra compañía de seguros nos dijo que ya no quería asegurarnos para las próximas campañas. Y no hay negociación posible. Y ello a pesar de las elevadas primas que pagamos. Los riesgos son ahora demasiado grandes para ellos. Este año, las primas que hay que pagar para cubrir la pérdida de producción por las heladas son un 40% superiores a las cotizaciones. Ante este considerable desafío económico, no podemos seguir produciendo sin una red de seguridad», explica Jocelyn Joncour, director de las explotaciones agrícolas de la SCEA les Jardins Bio du Médoc.
«El sector está amenazado, a pesar del aumento exponencial de la demanda de arándanos franceses»
De hecho, este año, la SCEA Les Jardins Bio du Médoc vendió muy bien el 20% de la cosecha que le quedaba, incluso sin poder satisfacer a todos sus clientes: «A pesar del tiempo fresco y lluvioso que tuvimos en julio, que afectó al consumo de muchas frutas este verano, la demanda de arándanos franceses siguió siendo fuerte. Hemos vendido 35 toneladas de arándanos de excelente calidad gracias a las óptimas condiciones de la cosecha, pero si hubiéramos tenido 200 toneladas, también las habríamos vendido todas. El atractivo del arándano francés es evidente, tanto para el mercado de productos frescos como para el industrial. Este año, debido a la falta de producción, no hemos podido satisfacer las necesidades de nuestros clientes industriales, lo que ha sido muy problemático para ellos».