En Biobío productores de arándanos se preparan para exportar sus cosechas

El programa territorial integrado de berries en la provincia ve con optimismo lo que viene a futuro para los productores de la zona.

Fuente: Diario La Tribuna

El arándano es una planta nativa de Norteamérica, que se introdujo en Chile a mediados de los años 80. Gracias a universidades, instituciones como el INIA y productores pioneros, las plantaciones pasaron por un proceso de adaptación a los diferentes tipos de clima de nuestro país, siendo consideradas las necesidades hídricas, nutricionales y sanitarias del cultivo.

Sin embargo, lo que propició la expansión de las plantaciones fue el incremento de la demanda mundial por este fruto, lo que se atribuye a sus propiedades nutricionales y antioxidantes. Por ejemplo, si un estadounidense en el año 2000 consumía poco más de 100 gramos per cápita al año, en la actualidad superan el kilo.

Es por esto que el programa territorial integrado (PTI) de la provincia de Biobío, que está compuesto por 87 productores convencionales y orgánicos de la zona, viene trabajando de forma mancomunada desde hace más de cuatro años.

Se han esforzado para obtener los beneficios que otorga la asociatividad por rubros entre los agricultores de la región.  Al estar unidos, pueden comprar y vender mejor, optar a servicios y maquinarias especializadas, recibir capacitaciones para obtener mejores beneficios en sus procesos productivos y acceder a mejores mercados de comercialización a nivel local e internacional.

El programa continúa expandiéndose permitiendo que más productores de berries de la región del Biobío se integren para lograr mayor competitividad  y afrontar los retos del mercado.

Debido a esto realizaron una convocatoria por parte del sector agro de la región, donde llevaron a cabo el primer taller de análisis de liquidaciones de exportadoras de arándanos, desarrollado por el PTI Berries Biobío Centro, un programa cofinanciado por Corfo y administrado por la Corporación de Desarrollo Social del Sector Rural (Codesser).

En la oportunidad, el ingeniero agrónomo y consultor Jaime Ugarte, fue el encargado de explicar a través de la aplicación Zoom sobre las liquidaciones, que reflejan cómo están compitiendo las exportadoras de Chile y el Biobío, en un escenario con una oferta mundial cada vez mayor.

El profesional explicó que la idea es contribuir con información, con el fin de que las negociaciones sean a largo plazo y que el producto sea sustentable a través del tiempo. “El productor hace el trabajo del campo y la exportadora tiene como tarea vender lo mejor posible su fruta. Por eso, está interesado en las liquidaciones, porque refleja cómo están compitiendo las exportadoras.”

Agregó que, “La idea es contribuir con información. El cómo mejorar su negociación, y de  dónde sacar un poquito más desde ese punto de vista para que el negocio sea sostenible.”

El gestor del PTI Berries Biobío Centro, Carlos Muñoz Sufán, comentó que la idea de generar esta instancia nació de parte de los mismos productores. “Nosotros queríamos conocer este tema y poder entregar un detalle para que finalmente los productores tuvieran mayor conocimiento de cómo comercializar con las exportadoras, pensando también en que está tan apretado el negocio.”

Mientras que el seremi de Agricultura, Francisco Lagos, destacó que “este tipo de actividades son valoradas en el agro, ya que las exportaciones de arándanos lideraron el sector agropecuario de la Región del Biobío con ventas por sobre los 87 millones de dólares durante el 2019, según datos de Prochile. Por eso, es relevante destacar que desde ya se están tomando todos los lineamientos y resguardos sanitarios para la comercialización”.

Por su parte, Cristian Hunes, director ejecutivo de Agrícola el Álamo agradeció la instancia que entrega información útil para todo el sector.

“Un objetivo realista sería que los agricultores reciban la instrucción suficiente para preguntar lo correcto a las exportadoras. Que sepan qué preguntar cuando  se sienten con una exportadora, más que las palabras bonitas que le puedan decir al agrónomo. Y que después sepan qué revisar y cuándo compararse unas con otras. Que nivelemos la cancha para que haya simetría en el lenguaje y simetría en aquellas cosas en las cuales fijarse” concluyó.