El arándano es el sector frutícola que más crece en Sudáfrica

Durante sus transmisiones mensuales en Beanstalk.Global, PMA Southern Africa y un panel de expertos discuten aspectos clave de varios tipos de productos frescos producidos en Sudáfrica, y estudian formas de ampliar los mercados existentes y entrar en otros nuevos.

Fuente: Fresh Plaza

La emisión de este mes se centró en el sector de las berries en Sudáfrica. Entre los dinámicos ponentes se encontraban Wian Mouton, de Fall Creek Farm & Nursery; Rouxan Jansen van Rensburg, de Core Fruit; Louw Pienaar, de BFAP, y Elzette Schutte, directora de Berries ZA.

El economista agrícola Louw Pienaar ve un enorme potencial en el sector sudafricano de las berries como motor del desarrollo socioeconómico, especialmente para la tan necesaria creación de empleo y la mejora de los medios de vida.

Los arándanos son el producto hortícola de más rápido crecimiento en Sudáfrica y ese sector ha creado más de 5.000 empleos a tiempo completo en los últimos cinco años. Dentro de la familia de las berries sudafricanas, la producción de arándanos es la mayor, ya que ocupa cerca del 74% de toda la superficie plantada.

El sector sudafricano del arándano comenzó en el distrito de Lydenburg, en Mpumalanga, durante la década de 1970, y en 1987 el cultivo de arándanos llegó al Cabo Occidental. En 1992, el primer lote de arándanos del que se tiene constancia, valorado en 9.780 rands (543 €), se exportó de Sudáfrica a Zambia. En 2001, ese valor alcanzó los 5 millones de rands (277.991 €), y el año pasado, las exportaciones de arándanos superaron por primera vez la barrera de los 1.000 millones de rands (55.598.384 €)

Según Schutte, las previsiones para el sector sudafricano son alcanzar una producción de 50.000 toneladas en 2023, lo que supondría lograr 35.000 toneladas en exportaciones, situando así al sector sudafricano entre los cinco primeros países exportadores de arándanos del mundo.

«Actualmente se exporta alrededor del 72% de los arándanos, principalmente a los Países Bajos y al Reino Unido, que son tradicionalmente nuestros mayores mercados», continúa Schutte. «Se ha observado un crecimiento en otros mercados, como los países de Oriente Medio y Europa. El segmento del mercado local sigue siendo importante, con un 13% para el consumo y un 15% de producto transformado».

«En todo el mundo, la producción de arándanos Highbush ha crecido en torno al 14% anual entre 2010 y 2020, lo que supone un crecimiento muy rápido en comparación con otros sectores frutícolas como el de los cítricos. La oferta en 2020 fue de 1,4 millones de toneladas procedentes de unas 200.000 hectáreas plantadas en todo el mundo. La International Blueberry Organisation (IBO) prevé que la producción mundial crezca un 12,6% hasta 2024. Este crecimiento puede atribuirse a las mejoras en el rendimiento debido a un mayor conocimiento y a una gama más amplia de variedades», según el experto.

En el hemisferio sur, Sudáfrica sigue siendo un participante pequeño, en comparación con Chile y Perú. «Sudáfrica compite principalmente con Perú en las exportaciones a granel de septiembre a noviembre. Lo ideal es que los productores locales entren en el mercado pronto (de agosto a septiembre) antes de que el precio baje cuando los grandes países entren en el mercado durante enero y febrero».

Los principales factores macroeconómicos que impulsan a los agricultores a plantar arándanos son el crecimiento de la renta per cápita, la urbanización y la creciente atención a las dietas saludables. Una tendencia que se observa en Estados Unidos, Reino Unido y Europa es el crecimiento de la demanda como resultado de un mayor número de personas que consumen arándanos por primera vez, y un aumento de los volúmenes por parte de los que ya consumen la fruta.

Mouton afirma que las diversas zonas meteorológicas de Sudáfrica permiten la producción de numerosas variedades de arándanos. El futuro de la producción de arándanos parece prometedor si nuestros actuales y nuevos agricultores emergentes aprenden de los errores cometidos en el pasado, mejoran sus métodos de producción y la calidad del producto.

«Es importante que los productores se mantengan cerca de los mercados y den a los consumidores lo que quieren. Además, los productores deben trabajar y colaborar con las empresas exportadoras para asegurarse de que están alineados en términos de estrategias y requisitos del mercado».

Según Jansen van Rensburg, las variedades más antiguas tienen dificultades para competir en los mercados internacionales. Los arándanos plantados en las zonas del norte de Sudáfrica entran en el mercado antes que los grandes volúmenes peruanos. En el Cabo Occidental es importante centrarse en las variedades preferidas debido a la época de su cosecha.

Schutte aconseja a los agricultores que hagan sus deberes antes de empezar a producir arándanos. Deben asegurarse de plantar variedades adecuadas para sus zonas y trabajar con los exportadores adecuados.

«Se acabaron los días en los que se podía introducir cualquier arándano en el mercado. Hay que ofrecer algo diferente y que destaque sobre el resto. Sudáfrica tiene buenas variedades. Sin embargo, todavía hay que trabajar en nuestras prácticas poscosecha para garantizar que nuestros productos lleguen a los mercados en las mejores condiciones», concluye Schutte.