El reciente electo presidente de EEUU, Donald Trump dio a conocer que se opone a la automatización portuaria durante una reciente reunión con los líderes de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), el sindicato que representa a los trabajadores portuarios de la Costa Este y la Costa del Golfo. La discusión, que se llevó a cabo el 12 de diciembre en Florida, se produce en medio de tensas negociaciones laborales entre la ILA y la United States Maritime Alliance (USMX), con la amenaza de una posible huelga el 15 de enero.
Fuente: News Frutas de Chile
De acuerdo con Mas Container después del encuentro con Harold Daggett, presidente de la ILA, y Dennis Daggett, vicepresidente ejecutivo, Trump expresó su rechazo a la automatización portuaria en una publicación en redes sociales, defendiendo el empleo de los trabajadores estadounidenses: “La cantidad de dinero que se ahorra no se acerca ni por asomo al daño que (la automatización= causa a los trabajadores estadounidenses. Es hora de poner a los EEUU primero”, destacó.
Trump criticó a las empresas extranjeras que operan en los puertos de Estados Unidos, acusándolos de priorizar la reducción de costos mediante la implementación de maquinaria automatizada en lugar de invertir en la mano de obra local.
Puntos de postura de Trump:
USMX defiende la necesidad de modernizar los puertos
La USMX, que representa a los empleadores portuarios, emitió un comunicado en el que defendió la necesidad de modernizar los puertos a través de la automatización. El grupo argumenta que la implementación de tecnología avanzada aumenta la seguridad de los trabajadores, mejora la eficiencia y capacidad portuaria y fortalece las cadenas de suministro.
Según USMX, la remuneración de los trabajadores de la ILA depende del volumen de mercancías que se mueven en los puertos, por lo que un aumento en la eficiencia resultaría en mayores ingresos para los estibadores.
Con las negociaciones estancadas y la fecha límite del 15 de enero acercándose, el riesgo de una huelga en los puertos de la Costa Este y del Golfo es cada vez mayor. Una paralización prolongada podría detener miles de millones de dólares en comercio, generando un caos similar al observado en interrupciones laborales previas. En anticipación a este escenario, los transportistas han comenzado a adelantar importaciones, intentando mitigar los posibles impactos en la cadena de suministro global.
Automatización: un debate global
La posición de Trump ha reabierto el debate sobre la automatización en los puertos. Si bien muchos consideran que esta tecnología es esencial para mantener la competitividad de EEUU frente a puertos altamente automatizados como Shanghái y Róterdam, otros la ven como una amenaza directa a los empleos estadounidenses.
Mientras algunos aplauden la postura de Trump por priorizar a los trabajadores, otros señalan que la automatización no es la principal causa de los cuellos de botella en los puertos y que las soluciones estructurales son necesarias para mejorar la eficiencia.
La firme oposición de Trump a la automatización ha fortalecido la posición de la ILA en las negociaciones, pero ha profundizado las divisiones entre el sindicato y los empleadores portuarios. Con el 15 de enero en el horizonte, la industria permanece en alerta, consciente de que cualquier interrupción podría afectar significativamente el comercio internacional y las cadenas de suministro en EE.UU.