Junto con detallar las principales características de este tipo de agricultura que incorpora elementos como el no uso de plaguicidas, el respeto a los ciclos biológicos y el fomento a la biodiversidad, la autoridad dio a conocer también, las medidas que el organismo efectúa para un adecuado desarrollo y promoción de esta actividad a nivel local.
Fuente: Diario El Día
Más de alguna vez, todos hemos escuchado hablar de la llamada agricultura orgánica.
Tradicionalmente el concepto orgánico hace alusión a una forma de producción agrícola que contemplaba dejar de lado el uso de plaguicidas y fertilizantes sintéticos. El objetivo de este tipo de agricultura no es otro que ofrecer frutas, verduras y productos pecuarios mucho más saludables para el consumo humano.
En los últimos años sin embargo, este tipo de producción ha incluido otros conceptos como el respeto a los ciclos biológicos y el fomento a la biodiversidad.
Este tipo de agricultura se encuentra fuertemente asentada en Europa y Estados Unidos, y ante la creciente demanda de productos orgánicos, Chile no se ha quedado atrás en esta temática.
“Es importante señalar que estas organizaciones están constituidas principalmente por pequeños productores que se certifican para al mercado interno y ahora también, para Brasil. Hasta el momento en Chile, existen 22 empresas certificadoras”, Jorge Navarro, director regional SAG
Actualmente, es el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, el encargado de fiscalizar el cumplimiento del Sistema Nacional de Certificación de Productos Orgánicos Agrícolas, creado el año 2007 al amparo de la Ley 20.089 del Ministerio de Agricultura.
Al respecto, el director regional de dicho organismo, Jorge Navarro, explicó que esta medida fue el punto de partida para aquellos agricultores que han optado por este sistema de producción, los cuales comenzaron ofreciendo solo productos frescos como frutas y verduras, pero que ha ido sumando bajo el concepto de “orgánico” cada vez a más productos procesados.
En ese sentido, Navarro explica que “la región es un centro muy importante en la producción agrícola de origen orgánico”, entre los cuales destacan productos como los vinos, el aceite de oliva, arándanos y el quillay.
De ahí explica, la importancia que cumple el organismo que lidera, como garante en el cumplimiento y certificación de los procesos de elaboración de este tipo de productos.
¿Cómo se logra? Pues los productores pueden optar entre dos mecanismos: contratar a una empresa certificadora (también llamada certificación de Tercera parte), o conformar una Organización de Agricultores Ecológicos (OAE).
“Es importante señalar que estas organizaciones están constituidas principalmente por pequeños productores que se certifican para al mercado interno y ahora también, para Brasil. Hasta el momento en Chile, existen 22 empresas certificadoras, mientras que en la región, existen también organizaciones de agricultores ecológicos. La idea como SAG es estar prestos para poder ayudarlos, para gestionar en todo lo que sea necesario para que este tipo de productores se puedan certificar”, señaló Navarro.
“En el mundo se están consumiendo productos cada vez más sanos. Por eso en Chile se ha incrementado mucho la producción de agricultura orgánica, aproximadamente en un 24 o 25% a nivel nacional en el último año”, agregó el director regional del SAG.
Esto último explica, como consecuencia del alza de hectáreas orgánicas certificadas en el país. En el año 2019, la superficie agrícola certificada como orgánica en Chile fue de 20.897 hectáreas, la cual representa un aumento del 28,3% con respecto a la temporada 2018.