Los contenedores vacíos, se están aglomerando en el puerto de Rotterdam, ya que, el creciente retraso en la entrega de mercancías en el centro de exportación europeo obliga a los transportistas marítimos a dar prioridad a los envíos de contenedores llenos.

Fuente: Simfruit

El puerto holandés se ha enfrentado a una avalancha tanto de mercancías como de contenedores vacíos descargados de otras operaciones marítimas europeas, según los expertos. Esto ha coincidido con que los transportistas han reducido el número de viajes en barco desde el continente a China después que las autoridades de Shanghái cerraran la ciudad en marzo, puntualiza el medio bloomberg.

“Las terminales están permitiendo a los transportistas marítimos sólo una capacidad limitada de contenedores vacíos y se están centrando en el transporte de contenedores cargados”, dijo Kuehne + Nagel International AG, uno de los mayores transportistas europeos, en una respuesta por correo electrónico al citado medio. Mientras el puerto de Rotterdam no respondió preguntas, ni entregó comentarios respecto a la situación.

“Los contenedores se acumulan en las terminales y cada vez hay más contenedores que no pueden devolverse en las salidas, incluidas las de Asia”, agregó Kuehne + Nagel International AG.

Aunque las autoridades de Shanghái levantaron las restricciones este mes, la escasez de buques y los retrasos en los puertos europeos están obligando a las mercancías de exportación a competir por espacio en los barcos que se dirigen a China, lo que amenaza con enviar una nueva oleada de trastornos a Asia, según las empresas de logística.

Las fábricas de China necesitarán contenedores para compensar los pedidos perdidos durante los últimos meses, y se verán obstaculizadas por la escasez de buques y equipos, dijeron. El volumen de mercancías transportadas por camión a Shanghái desde las provincias cercanas de China se ha recuperado hasta el 71% de los niveles registrados el 12 de marzo, según datos de FourKites. Mientras tanto, la escasez de camiones y las protestas de los trabajadores en EEUU y Europa están retrasando las entregas.

Las cadenas de suministro han luchado por recuperarse de la política china de Covid Zero y de la invasión rusa a Ucrania, lo que ha llevado a las empresas a rehuir el ferrocarril terrestre que, de otro modo, podría haber aliviado la presión sobre los puertos atascados. Los elevados niveles de congestión en Rotterdam llevaron a la naviera AP Moller-Maersk A/S a informar a sus clientes, la semana pasada, que trasladaría las cajas de mercancías no reclamadas fuera del puerto.

La situación ha supuesto un aumento de los tiempos de espera para los buques en los principales puertos del norte de Europa, según Kuehne + Nagel. Alrededor del 60% de los buques que viajaron de Europa a Asia en abril y mayo de este año sufrieron retrasos, y al 17 de junio había 13 buques en espera de atraque en Rotterdam.