Según describe The Maritime Executive, el sector del transporte marítimo sigue atento a la aparición de nuevos casos de múltiples variantes del virus COVID-19 en distintas regiones de China, pero a pesar de reportase su hallazgo en las zonas próximas a los principales puertos, hasta ahora las interrupciones son pocas.

Fuente: Simfruit

Sin embargo, el avance de los nuevos contagios preocupa. A pocas semanas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno y de que las fábricas envién las mercancías antes del Año Nuevo Lunar, China está informando nuevos brotes del virus en las zonas cercanas a Ningbo, Yantian, y ahora el centro industrial de Tianjin, cerca de Pekín, el cual, ha confirmado el primer gran grupo de contagios de la variante Ómicron.

En 2021, las políticas de tolerancia cero de China con respecto al virus provocaron importantes interrupciones en las operaciones portuarias. En mayo y junio, una de las terminales de contenedores de Yantian, en Shenzhen, se cerró tras un brote del virus que provocó un atasco de buques, mientras los transportistas intentaban desviarse a otros puertos. Asimismo, en agosto pasado, las autoridades chinas cerraron una de las terminales de Ningbo durante casi dos semanas.

La semana pasada, Maersk advirtió a sus clientes que la capacidad de transporte por camión en los alrededores de Ningbo estaba empezando a recuperarse tras un brote del virus en una fábrica de ropa del distrito de Beilun de Ningbo. Las restricciones estaban añadiendo retrasos a los camiones que trasladaban contenedores cargados y vacíos entre las fábricas y el puerto. Sin embargo, Maersk informó el lunes que la capacidad de transporte se ha recuperado gradualmente, pasando de un 10% estimado la semana pasada, a un 75% esta semana. Sin embargo, advierten que la eficiencia operativa se ve afectada por la exigencia de pruebas de ácido nucleico.

“En la actualidad, los diversos trabajos de prevención y control en nuestro distrito avanzan de forma ordenada, y la situación general es estable”, comentó Xia Dong, miembro del Comité Permanente del Comité del Partido del Distrito de Luohu y jefe adjunto del distrito, sobre el brote en su zona. En una conferencia de prensa en la provincia de Shenzhen, los funcionarios informaron que un nuevo programa de pruebas identificó cuatro casos adicionales, pero creen que todos corresponden a la variante del Delta.

Del mismo modo, al norte, en la ciudad china de Tianjin, las autoridades pusieron en marcha un programa de pruebas masivas, informando que ya habían testeado a 3,4 millones de residentes (de los 14 millones de habitantes de la región) , después que se reconocieran dos casos de la variante Omicron .

En tanto, el lunes por la tarde se informó de 41 pruebas positivas, con 31 personas con síntomas y 10 asintomáticas, el cual se convierte en el primer grupo nacional reconocido de la variante, ya que, anteriormente China había informado de algunos casos de Ómicron pero derivados de llegadas internacionales.

Aunque China está imponiendo de nuevo restricciones, hasta ahora han sido de alcance limitado y no han afectado directamente a los puertos. Sin embargo, se teme que que esa nación pueda imponer límites más estrictos para intentar reducir la propagación del virus antes de los Juegos Olímpicos.

Algunos transportistas informan que han trasladado sus cargas a otros puertos, como el de Shanghai, pero en general los contenedores siguen circulando. Las próximas tres semanas se consideran un periodo crítico antes de las vacaciones.

El puerto de Los Ángeles, por ejemplo, ya informó la semana pasada de un nuevo “minipeak antes del año nuevo lunar”, pero luego debería haber una calma natural al cerrar las fábricas por las fiestas.