Actualmente distintos factores, tanto productivos como económicos, estarían afectando al rubro en la zona.

Fuente: Crónica Chillán

En la temporada 2022-2023, el país experimentó una caída del 18% respecto a las exportaciones de arándano fresco. En dicho período, tal cifra se cuantificó en un total de 87.585 toneladas en fresco por un valor FOB estimado de US$412 millones de dólares.

Lo anterior arroja un valor unitario de 4,7 USD FOB/Kg, el el cual es el más bajo registrado entre los proveedores del hemisferio sur, según datos entregados por iQonsulting en la nueva edición de “Anuario de Arándanos 2023”. Esto da cuenta de que se vive un negativo panorama, algo que es compartido por los agricultores de Ñuble, quienes han advertido una decaída en la producción, exportación, además de una mayor mano de obra circulante, aunque con menos predios agrícolas que cosechar.

Al respecto, desde la Asociación de Agricultores de San Carlos, el representante Alfredo Schmidt, señaló desconocer sobre el futuro de la mano de obra para la próxima temporada de cosechas, “porque no sabemos con cuánta mano de obra vamos a contar para este año (…) El año pasado fue escasa, quizás para este año podamos tener más trabajadores porque los arándanos están desapareciendo, por ende habrá más disponibilidad, a esto se suman las altas temperaturas pronosticadas, escasez de agua ya que la cordillera no tiene nieve”, indicó.

Schmidt además manifestó que el futuro de la producción y exportación se vuelve cada vez más incierto. “Hay varios agricultores importantes que ya señalaron que no van a exportar; no sabemos qué pasará con los arándanos y están todos desesperados. Además se suma un endeudamiento que se viene arrastrando por muchos años, a esto se suma la fuerte competencia que existe por parte de Perú, que tienen mano de obra disponible, no cuentan con problemas de agua y un sistema político curiosamente más estable y cuentan con los puertos de embarque al lado”, comentó.