Política arancelaria de Donald Trump ralentiza las reservas de transporte marítimo contenerizado a nivel global

Los nuevos aranceles impulsados por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya dejan en evidencia los primeros impactos en la economía y en el sector marítimo a nivel global.

Fuente: Mundo Marítimo

Las tasas más altas, que afectan a 60 de sus socios comerciales, incluyen un incremento del 25% sobre productos provenientes de varias economías y un porcentaje que alcanza un increíble 104% sobre los bienes chinos. Esta cifra fue alcanzada luego que China decidiera equiparar el incremento arancelario del 34%- que se sumaba a un 20% anterior- a las importaciones chinas en Estados Unidos; la medida llevó a Trump a contestar con un 50% adicional. La escalada, por supuesto, ha generado una reacción adversa en los mercados y ha provocado incertidumbre.

Unos de los efectos que ya está produciendo la escalada arancelaria se infiere a partir de la plataforma Tradeview desarrollada por Vizion- que monitorea, mide y analiza en tiempo real los flujos del comercio marítimo de contenedores. Según esta herramienta, las reservas de importación en contenedores desde Estados Unidos en los últimos siete días alcanzó los 169.000 TEUs, frente a los 516.000 TEUs de la semana anterior. Al filtrar por China como punto de origen, la cifra se reduce a 54.000 TEUs, frente a los 148.000 TEUs de la semana anterior.

En tanto, las reservas de exportación desde Estados Unidos en los últimos siete días alcanza los 83.000 TEUs, frente a los 139.000 TEUs de la semana anterior. Al filtrar por China como destino, la cifra se reduce a 4.400 TEUs, frente a los 8.000 TEUs de la semana anterior.

¿Qué ocurre a nivel mundial? La respuesta que arroja la plataforma es muy similar con poco más de 2,1 millones de TEUs reservados del 24 de marzo al 31 de marzo. Mientras que en los últimos siete días, solo se han reservado 1,09 millones de TEUs. Esto representaría una reducción del 48% respecto a la semana anterior.

Exportadores chinos sufren el golpe

Pese a que Pekín ha respondido con firmeza a las medidas estadounidenses, las compañías exportadoras chinas han comenzado a reportar dificultades directas derivadas de los aranceles. Fabricantes de bienes de consumo, que operan con márgenes reducidos, alertan sobre pérdidas y la necesidad de ajustar precios. Algunas compañías, como la firma logística Ningbo Gangzetong, informan que sus precios previamente cotizados han quedado sin validez, al no poder absorber más el costo de los aranceles.

El aumento arancelario también ha generado un efecto dominó en el sector inmobiliario industrial de Estados Unidos. Durante los años de auge del comercio global, zonas costeras como Los Ángeles, Houston y Savannah se convirtieron en puntos clave para centros de almacenamiento y de distribución. Sin embargo, la política arancelaria amenaza con revertir esa tendencia.

Los expertos anticipan que una reducción sostenida del comercio exterior afectará los niveles de ocupación y desarrollo en estas regiones portuarias, lo que podría extenderse a las economías locales que dependen de la actividad logística.

Cambios en las cadenas de suministro y relocalización de operaciones

Algunas compañías ya exploran alternativas para mitigar el impacto, incluyendo el traslado de operaciones a países con menos barreras arancelarias o la búsqueda de mercados fuera de Estados Unidos. Sin embargo, según analistas, estos cambios requerirán años para consolidarse. Aunque regiones como Arizona, Georgia, Illinois y zonas cercanas a la frontera con México podrían beneficiarse si la producción se traslada tierra adentro, el proceso de adaptación será lento.

En paralelo, promotores inmobiliarios en Europa y Asia evalúan proyectos de expansión para absorber posibles desvíos de flujos comerciales. La escasez de oferta en estas regiones podría impulsar nuevas inversiones en infraestructura logística.

Se inician negociaciones

En un intento por mitigar el impacto global de las políticas comerciales, los gobiernos aliados de Estados Unidos están buscando iniciar conversaciones. Destaca el avance de las tratativas con Corea del Sur,país que envió su equipo negociador a Washington. Japón también ha sido incluido en la lista de prioridades, con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, señalando que Tokio tendrá un lugar destacado en la agenda comercial.

Además, se espera la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con el objetivo de asegurar una rebaja arancelaria para su país. Según el director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, Trump ha dado instrucciones para que las conversaciones se centren primero en “naciones amigas”, postergando cualquier diálogo directo con China.

Perspectiva a corto plazo

La administración Trump enfrenta ahora un delicado equilibrio: sostener su postura proteccionista sin desestabilizar completamente el comercio internacional ni deteriorar la economía local. Las señales mixtas desde la Casa Blanca —que combina amenazas con apertura a negociaciones bilaterales— han contribuido a la incertidumbre de los actores económicos.

Con China aún sin mostrar disposición a entablar un diálogo directo y otras naciones esperando definiciones claras sobre posibles exenciones, el panorama comercial global permanece en suspenso. En este contexto, los efectos de la política arancelaria estadounidense comienzan a sentirse más allá del ámbito diplomático, marcando un cambio importante en el modelo de comercio e inversión que ha caracterizado las últimas décadas.