Sistema basado en espectrometría de reflectancia utilizado por investigadoras de INIA Quilamapu que determina las características morfológicas y nutricionales de arándanos y uvas viníferas, se adaptará para efectuar mediciones que determinarán grado de humedad en los pellets, determinando con ello su calidad comercial.
Fuente: Portal del Campo
El pellet de madera se ha consolidado como un recurso energético de gran relevancia en los últimos años. Este combustible sólido, obtenido a partir de la compactación de residuos de madera, ha experimentado un permanente incremento en su demanda, basado en su eficiencia como fuente de energía renovable y en la reducción de contaminación ambiental.
“La ley N°21.499 de biocombustibles sólidos que norma la producción y comercialización del Pellet, leña y otros, define entre otras materias, la futura necesidad de certificación o acreditación de la calidad del Pellet, dado su impacto en los niveles de contaminación ambiental y en el funcionamiento de estufas o equipos”, señaló la investigadora y experta en agricultura digital de INIA Quilamapu, Paula Vargas.
La ingeniera agrónoma explicó que INIA trabajará en la caracterización física y energética de los pellets de madera, aspecto que será exigido por la normativa en la industria de la biomasa para energía. Para ello, indicó que se utilizará un espectrómetro portátil que medirá la humedad, durabilidad mecánica, poder calorífico, contenido de cenizas, entre otros parámetros, lo que “permitirá evaluar la calidad y durabilidad de los pellets a nivel nacional de manera instantánea”.
El desarrollo de esta tecnología también incorpora modelos matemáticos que utilizarán los datos espectroscópicos recopilados, para predecir con precisión los parámetros de interés. La información obtenida garantizará la confiabilidad en las características de los pellets, expresó la especialista en agricultura digital, junto con agregar que “la clave es una aplicación móvil que permitirá a los usuarios cargar los datos del espectrómetro en una base de datos, donde serán procesados para obtener los parámetros y generar informes al instante”. Explicó que los informes proporcionarán una visión completa de las características físicas y energéticas de los pellets analizados.
Esta solución beneficiará la industria de pellets de madera, particularmente en aspectos de calidad de los productos lo que permitirá a los consumidores seleccionar aquellos pellets que se adapten a sus necesidades específicas de eficiencia energética.
Necesidad de mejorar calidad
La investigadora de INIA Quilamapu indicó que en Chile resulta muy necesario realizar evaluaciones de la calidad de pellets usada como combustible para la calefacción de los hogares e industria. “La propuesta es utilizar sistemas no destructivos como es el VisNIR, que es un espectro de radiómetros que utilizamos en un proyecto para detectar calidad en arándanos y uvas viníferas”. Resaltó que, tras conocer esta tecnología, el Instituto Forestal, INFOR, la invitó a trabajar en una iniciativa para replicar y determinar la calidad del pellet de uso domiciliario.
La idea es utilizar la investigación y tecnologías de punta desarrollada para el sector agrícola, que pueda ser aplicada en el mundo forestal “sobre todo en mediciones de calidad de los biocombustibles”, explicó Paula Vargas, durante su presentación en el Seminario “Aplicaciones industriales de la espectroscopía en el sector silvoagropecuario y biocombustibles”, realizado en Concepción.
Asimismo, la investigadora mencionó que se está analizando un marco de colaboración entre INIA, la Universidad de Córdoba (España) e INFOR, para generar una herramienta que permita identificar la calidad y condición de los biocombustibles.
Humedad en pellets
Paula Vargas aclaró que los pellets que se utilizan en la actualidad no están regularizados y, por ende, forman una costra en las estufas, lo que genera una combustión más lenta y de mayor contaminación, debido al alto porcentaje de humedad que tienen incorporado. “Esto se nota cuando se empaña el vidrio de las estufas, demostrando que el pellet no está en buena condición por haber estado en contacto con el agua”.
Precisamente, explicó que lo que se quiere medir es la humedad del pellet y su composición química, junto con la cantidad de residuos de resina que deja su empleo. Además del beneficio ambiental, la especialista de INIA detalló que la medición dará paso a pellets de buena calidad que no dañarán el calefactor al momento de la combustión, generando una suerte de certificación. “Si bien la iniciativa tiene como objetivo no dañar el medioambiente, con una mejor calidad de pellets, se evitan daños a los sistemas de las estufas”, enfatizó.